Mundo Animal

El lince ya no está en peligro de extinción

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El lince ha dejado de ser una especie en peligro de extinción. El último censo publicado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico señala que su población ha crecido desde finales de 2022 un 21% hasta situarse en más de 2.000 ejemplares.

Esto ha provocado que la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) sitúe a la especie en la categoría de «vulnerable».

«La población ha aumentado exponencialmente de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022. Hoy en día, se estima que la población total, incluidos los linces jóvenes y maduros, es más de 2.000″, ha informado la organización. Se trata del primer animal que desciende dos categorías de amenaza en dicha lista en tan solo 21 años.

Las 21 organizaciones que trabajan en su conservación y están coordinadas por la Junta de Andalucía buscan que la especie deje de ser vulnerable y llegue a alcanzar entre los 3.000-5.000 ejemplares con 750 hembras. Esto permitiría que el lince dejara de ser una especie en peligro. Las acciones para la conservación se han centrado en aumentar la principal presa del lince, el conejo europeo, que también se encuentra en peligro de extinción.

La UICN señala que medidas como ampliar la diversidad genética de la especie mediante translocaciones y un programa de reproducción ‘ex situ’ han sido «clave» para aumentar el número de ejemplares. En este sentido, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza indica que desde 2010 se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en partes de Portugal y España y que actualmente la especie ocupa al menos 3.320 kilómetros cuadrados (km2), frente a los 449 kilómetros cuadrados de 2005.

El coordinador del proyecto LIFE Lynx-Connect, Francisco Javier Salcedo Ortiz, que lideró la acción de conservación del lince ibérico, ha calificado la noticia como «la mayor recuperación de una especie de felino jamás lograda a través de la conservación». «Este éxito es el resultado de la colaboración comprometida entre organismos públicos, instituciones científicas, ONG, empresas privadas y miembros de la comunidad, incluidos propietarios de tierras, agricultores, guardabosques y cazadores locales, y los actores financieros y apoyo logístico del proyecto LIFE de la Unión Europea (UE)», ha indicado.

Ramón Pérez de Ayala, experto en lince ibérico de WWF España, señala que se sienten «orgullosos de haber apostado por el lince ibérico cuando quedaban menos de 100 ejemplares en toda la península ibérica y demostrar con nuestro trabajo que recuperar especies en peligro es posible».

Otras de las principales amenazas para el lince son las acciones humanas como la caza ilegal y el furtivismo. No obstante, la muerte por atropello es la primera causa de mortalidad no natural y se han puesto medidas de prevención en algunas de las carreteras que cruzan sus territorios.

WWF también ha intentado defender la preservación de la especie en los juzgados. Actualmente está personada como acusación particular en dos casos de linces disparados en Menasalbas (Toledo) y en Lorca (Murcia). Otra de sus iniciativas es la recogida de firmas Yo protejo al lince que ya han apoyado más de 138 000 personas.