Música para tigres de Alejandro Bellido
Profesor fascinante, crítico agudo, divertido hasta la saciedad pero siempre con un punto de rigor que ya no se lleva. Tenía muchas ganas de leer este poemario de Alejandro Bellido.
Para más INRI, Música para tigres, que evoca tanto a Borges, está hermosamente publicado por Espuela de Plata (Editorial Renacimiento), en un elegante y agradecido formato de veinticuatro por diecisiete. Cuando tienes delante esas páginas color crema, sólo esperas que el contenido sea tan espectacular como el continente. Esperanza consistente que resiste perfectamente la lectura de estas setenta y seis páginas.
“Somos los perdedores, / aquellos que caminan por la vida / con la cabeza y las orejas gachas / y el rabo entre las patas; somos perros / apaleados, ignorados, rotos, / pero albergamos dentro un feroz tigre / que ruge como un loco cuando puede […]”
Así abre Alejandro su Música para tigres, muy fiel a su estilo claro, directo. Para que el lector no se distraiga. Que sepa desde el primer momento qué es lo que tiene delante y qué es lo que le espera. Esta declaración de intenciones hecha poema también anticipa al lector la estructura tan exquisita que ha montado el poeta en beneficio de la obra y del propio lector.
Dos partes bien diferenciadas. La lluvia, donde hace frío, está oscuro, y sólo queda la esperanza de un tiempo mejor; y Estrellas tras la lluvia, porque siempre que ha llovido, ha escampado. Es una estructura sencilla y clásica, pero tremendamente efectiva. Al más puro estilo de Avería y Redención, de Quique González. Cierra la estructura la coda con un poema titulado We Never Learn. Broche de oro y aplauso generalizado para un poema de arte mayor sapiencial que reivindica el compromiso adquirido con una profesión, más allá del resultado y la importancia (y capacidad) de darle así sentido, a este sinsentido que es la vida:
“[…] pues digno es tropezar si eliges tú la piedra; / pues digno es fracasar si lo haces con tu rostro.”
Los poemas que vamos a encontrar en estas páginas, están hechos en su mayor parte con materiales cotidianos que Alejandro Bellido convierte en poesía gracias a su mirada. Sabe observar y consigue describir la realidad costumbrista de una forma que hayamos verdad en sus versos. Una verdad que va más allá de la propia escena que describe y que desborda la emocionalidad.
No podemos dejar de mencionar que este poemario ha sido galardonado con el XXIX Certamen de Letras Hispánicas Rafael de Cózar, y esperamos que contribuya a una amplia difusión de este extraordinario trabajo, y sea el basamento de una larga y formidable carrera literaria.
Música para tigres es un álbum de fotos que ruge, araña y muerde. Y tiene un mensaje que es necesario escuchar: La vida es un sinsentido, un esfuerzo inútil, a caballo entre el miedo y el sufrimiento. Así que más nos vale construir nuestra propia fortaleza, rodearnos de belleza, y trabajar para construir recuerdos a los que el tiempo no pueda hincarle el diente.
Es Bukowski gritando “Go All The Way” y tirándonos de nuestras despistadas orejas para recordarnos que esta receta que nos da Bellido “Es la única pelea que merece la pena”:
Descubrir quiénes somos, qué es lo que queremos de nuestra vida, y permanecer fieles a esta visión. Esta es la única salvación posible.